La fiesta loca del clan Schumacher

Publicado en por Jesus Almeida

La fiesta loca del clan Schumacher

Michael Schumacher acabó perdiendo los papeles en la celebración de su sexto título mundial. El alemán y su hermano arrasaron el circuito de Suzuka Michael Schumacher escribió una página oscura en su trayectoria personal sólo unas horas después de firmar otra con letras de oro en la historia de la Fórmula 1.

Tras conquistar su sexto título mundial, decidió celebrar su éxito a lo grande y sin inhibiciones. Bebió abundantemente, se fumó un enorme puro, cantó en un karaoke y al final perdió los papeles, arrasando junto a su hermano Ralf y el francés Olivier Panis una de las instalaciones del equipo Toyota en el circuito de Suzuka.

La 'hazaña' del clan Schumacher ocupó ayer las primeras páginas de los tabloides sensacionalistas de Gran Bretaña y Alemania. 'The Sun' y 'Daily Mirror' publicaron las fotografías de la escena organizada por el flamante campeón y relatan la velada al detalle: "Parecía que se habían vuelto salvajes. Era como una zona de guerra", cita un testigo.

Las fotos muestran a un Schumacher con ojos vidriosos, fumando y luciendo una camisa desabrochada. El alemán lanza un frigorífico al suelo y su hermano tira una televisión a través de una ventana. Curiosamente, empleados de Toyota contemplan el 'espectáculo' entre curiosos y divertidos.

A continuación, los hermanos Schumacher se subieron a una carretilla elevadora, que pilotaron a lo loco por el paddock. Posteriormente, se montaron en el BMW de alquiler que Ralf utilizó para moverse por Japón. Michael le desplazó del asiento del conductor y amagó con arrancar para irse al hotel, aunque finalmente no se movió del sitio. Cuando terminó la fiesta, por las instalaciones de Toyota parecía haber pasado una horda de 'hooligans'.

Botellas de cerveza por el suelo, muebles volcados, ventanas rotas y trozos de cristales por todas partes. El rotativo finlandés 'Ilta Sanomat', que también se hace eco de la noticia, cita al propio Schumacher y asegura que le gritó a Ralf. "Tiremos también el frigorífico por la ventana". Suzuka se ha convertido en una tradición como la última carrera de la temporada.

A la lógica explosión de alegría por el fin del trabajo de todo un año se une que el trazado nipón incluye en su interior un parque de atracciones y un karaoke.

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